sábado, 26 de octubre de 2013

Los Fantasmas de Barranquilla.

La “guaca” del tesoro de Morgan
El caso del “Paraíso” y de la “Floresta”

En Barranquilla los fantasmas no asustan. Divierten
Por Alfredo de la Espriella
Motiva esta crónica, una que salió en “El Tiempo” relacionada con el fantasma del “Palacio Liévano” en plena “Plaza de Bolívar” y de muy antigua casta capitalina desde los tiempos de los virreyes.  Y se me ocurrió también contarles algo parecido con los fantasmas que rondan todavía por aquí, Barranquilla ciudad nueva, sin antecedentes coloniales, ni mucho menos de gente rica que enterraba su plata, cuando aquella costumbre era propia de la avaricia de los  terratenientes y falta de confianza, además, que reinaba en la época cuando no habían bancos ni cajas fuertes, en las había que asegurar la bonanza. Barranquilla, pues no tenía por qué tener fantasmas de los que dicen que salen cuando hay plata enterrada, y porque por designios divinos están pagándolos avaros una pena en el otro mundo.
Las casas nuestras de paja y bahareque, aun las del material y calicanto cuales eran las propiedades de personas de más holgados beneficios no han tenido nunca ambiente propicio para estos espantos que han sido bastante explotados por la fantasía, ya de novelistas y hasta espectáculos líricos como el “Fantasma de la Opera” las obras de Gastón Leroux y las clásicas de la serie de “Phantomas”   que el cine mudo primero, y después el parlante, explotaran hasta decir no más.
 En Cartagena, Mompóx, Santa marta, Popayán y Bogotá por supuesto si abundan aquellas casonas, aun las hay todavía, y siguen algunas conservando y explotando la orgía de los seres del otro mundo que asustan y cuentan, quienes han tenido el privilegio de sentirlos y verlos que, de que existen, existen. Lo que todavía no se ha podido confirmar es, que buscan o que pretenden porque que se sepa los fantasmas no hablan y se manifiestan de maneras muy diferentes: en sombras fugaces, en resplandores muy tenues, o por medio de ruidos y otros extraños fenómenos, de conducta ¡abracadabra! … ¡Qué miedo!

Por ejemplo, en Barranquilla, en la quinta de “El Paraíso” de Don Ramón Jímeno, donde vivió mucho tiempo la familia Bermúdez Lavalle – parientes muy cercanos míos – me contaba mi prima Maura que ya se había acostumbrado a las muecas, digámoslo así que le hacia el fantasma rondador que salía con relativa frecuencia. La primera vez que empezó  a sentir los caprichos de espíritu errante fue que de pronto, la luz que había apagado al acostarse se la prendían o viceversa. Le preguntaba a su mamá y ella ni siquiera estaba cerca del cuarto. Otras, veía una sombra y hasta una persona atravesar de la cocina al patio, pero nunca recibo ningún mensaje, ni siquiera le indico un sitio donde dijera que hay estaba el entierro, ¡Espíritu burlón!...
Mucho bien que les hubiera hecho el fantasma del “Paraíso” a mis parientes diciéndole donde estaba la guaca. Lo cierto fue, después   ocuparon la casa otros propietarios y termino en una bomba, que no sabemos si se le ha aparecido el muerto o definitivamente el alma se fue a los infiernos.
 La iglesia católica ha bendecido algunas casas donde se especulan con estos cuentos que llaman de velorio. En todo caso hay otros dos sitios que siempre se ha dicho que los fantasmas rondan todavía. Uno es el de “El Castillo de Salgar” y otro el de la “Pensión Inglesa” y vamos por parte a contarles este chisme del otro mundo.
"Castillo" de Salgar

En aquel tiempo, donde hoy se levanta, el recientemente recuperado, el edificio de la primitiva, Aduana de Sabanilla, allá por los años de 1850, se comentaba que salía un muerto. Cuando el Doctor Julio Enrique Blanco, siendo director de educación en 1941 dispuso recuperar aquella antigua edificación para convertirla en una gran sede social para los empleados del Departamento, y tuvieran así oportunidades de disfrutar  vacaciones y paseos a Salgar cuyo “Mar Grande” era todo un espectáculo, el arquitecto que empezó todos los trabajos le comento una vez que el celador decía que el habitante del tal “castillo” estaba furioso porque le estaban desbaratando su laberinto y no lo dejaban tranquilo; hasta el punto que renunció porque por las noches la gazapera del tal fantasma no lo dejaba dormir.
Se estrenó con gran pompa el “castillo” pero, mientras, estaban trabajando los cimientos y acondicionando el terreno, varias personas - espiritistas entre muchos otras – evocaron a través de una sibila local el espíritu del pirata Morgan, Pues, se decía que el tesoro que nunca ha aparecido, del famoso bucanero, lo había enterrado en algún lugar de la loma de San Antonio y esa era la razón por la cual estaba penando el alma del pirata.
Hicieron toda clase de excavaciones, incluyendo hasta dinamita para volar rocas impertinentes. El fantasma no le dio la gana de señalarles donde estaban sus riquezas enterradas. Ocurrió por cierto una tragedia a uno de ellos. Se  asustaron. Pensando que sería una maldición de esa anima en pena y el castillo se abrió al público y el fantasma por algún tiempo no volvió a molestar, se pensó que alguien había descubierto el “entierro”.
El negocio del castillo oficial fracaso. El fantasma volvió a aparecer después de la tremenda desgracia que causó aquel mar de leva de 1951 cuando se llevo medio pueblo incluyendo aquella casa de Julio Enrique donde funcionaba el colegio “Gabriela Mistral” y “La Escuela del  Mar”. La gente empezó a comentar que murmullos son de chismografía popular que donde hay entierros, el sitio termina contagiado de un fucú espantoso. Lo cierto es que todos los negocios que estorban la paciencia de Morgan, si el fantasma es de él, los maldice con su extraño sortilegio. Tal, como el castillo de Marroquín en Bogotá.
EL JARDIN AGUILA, construido por el arquitecto cubano Manuel Carrera, en la década de los años 50. Estaba localizado en el crucero de la Avenida Olaya-Herrera y la Calle Dividivi 

El otro caso también insólito el de la “Pensión Inglesa” de la Señora Catalina Hoaré de Meek – personaje muy distinguido y apreciado en la ciudad-, pues, fue dueña de una de las más elegantes y acogedoras pensiones de fines de siglo XIX y principio del siglo XX. Al morir el propietario de “La Floresta” la residencia del ilustre ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros, resolvió ella adquirir el inmueble y trasladar su negocio de la calle San Blas a la calle “Dividivi” también conocida como de Murillo  Toro  y por donde, además pasaba la línea del tranvía de mulas. Varios años fue esta “Pensión Inglesa” centro hospitalario y grato al turismo internacional. Hasta que un día aciago, amaneció la Sra. Meek,  principios de la década de los años ´30s asesinada espectacularmente. Ahorcada contra los barrotes de la cama y sin mediar razón alguna para acabar con la vida de una mujer tan digna de su raza y costumbres, querida y respetada, repetimos admirada y cristiana cual pocas.
El crimen conmovió a Barranquilla, primera vez en la historia de esta ciudad que ocurría tragedia semejante, sin pistas ni rastros, termino la investigación dejando el interrogante, de porque la mataron y quien por supuesto había cometido semejante crimen.
Portada del Libro digital: El Crimen de la Pensión Inglesa
de José Nieto Ibáñez
Pasaron los años, la Cervecería de Barranquilla y Bolívar S.A. Compró el lote, tumbó la casa que era un joya y construyo el “Jardín Águila”. Primer cabaret que estrenaba la vida nocturna de barranquilla. Mucho éxito al principio, mucho fracaso después. Quienes fueron celadores del mismo empezaron a inquietarse porque también rondaba por los predios un fantasma en periódicas apariciones. Después de una ruina del “Águila” la empresa acondicionó toda la manzana para que se disfrutara de la “zona rosa” como identifican ahora, la  cual se llamo “La Checa”. Pregúntenle a quienes la ocuparon si todos los negocios que allí abrieron no fracasaron o tuvieron serios inconvenientes; y si alguno de ellos no tuvo oportunidad de ver el fantasma de la Sra. Meek merodeando  por el lugar…
Banco de la República 

 Al fin lo adquirió el Banco de la República y levantó su colosal edificio, noticias tengo de muchos celadores y guardias nocturnos han sentido, y visto el mismo fantasma de marra rondando por los pasillos. Historietas de aparecidos, pues que hay que contarlas como chismes de parroquia y dejar que los fantasmas se diviertan a sus anchas. Por lo pronto estos dos últimos no han dado pendoladas de indicarle, a nadie donde se halla el sitio donde tienen escondida su guaca. El que tenga la suerte de hallarla se pondrá las botas, y el fantasma, de acuerdo con las respetables creencias cristiana dejará de penar y entraría después de purgar su pena al sitio que el altísimo le haya destinado, para que descanse en paz.
   Y si el fantasma le permite descubrir al Banco el tesoro, pues, bienvenido porque el Banco también esta penando. Y en Barranquilla los fantasmas no asustan. Divierten.

Crónica publicada en el Diario El Heraldo: Imagen Temporal de Barranquilla, Alfredo de La Espriella, el 1° de Agosto de 2004

http://www.bubok.es/libros/19428/el-crimen-de-la-pension-inglesa/
 

sábado, 12 de octubre de 2013

Barranquilla y la Historia Por Álvaro Cepeda Samudio

Barranquilla es una ciudad sin leyendas ni blasones, y parece que hasta ahora no le han hecho mucha falta. Tema de menos para los malos poetas y campo estéril para los historiadores


Barranquilla es una ciudad sin leyendas ni blasones, y paree que hasta ahora no le han hecho mucha falta. Tema de menos para los malos poetas y campo estéril para los historiadores. No fue teatro de caballerescas aventuras ni su viento cálido fatigó la infancia de ningún prócer. (Aquí lo absurdo del verso de su himno: “Barranquilla prócera e inmortal)





Tampoco las noches cobijaron en su oscuridad ninguna conspiración o intriga funambulesca que hiciera cambiar el curso elástico de la historia. Ni tampoco la fortuna de que sus arenales fueran hollados por las gastadas botas de un barbudo conquistador español. La colonia de los de los virreyes aparatosos, de los oidores intrigantes y del nacimiento de los tinterillos, de los pasquines y los comuneros, de la inquieta y dudosa Manuela Beltrán, de Humboldt  y del casto Caldas, no tuvo lugar para Barranquilla.
No oyó la ciudad las pisadas raudas del Hijodalgo que en aventuras de amores recorría las callejas. Tampoco se estremecieron de miedo las gentes de buenas costumbres cuando en la noche cerrada sonaba el choque de los aceros los nobles que se peleaban tras de las celosías mientras el marido roncaba. Por no tener conventos de altos paredones y de estrechas celdas donde se aburrían las monjitas vivarachas, a quienes el clima de la costa les hacia encender las orejas y les ponía tensos y brillantes los labios inútiles por donde se resbalaban las plegarias sin dejar huellas en su pulpa amorata
Por no tener conventos no hubo un elegante caballero que huyera  con una morena Marichuela. O tal vez todo esto es lo que tuvo Barranquilla pero por no ser empedrada en sus calles no se oyeron los ruidos.
La independencia prodiga en héroes y heroínas fue apenas un rumor lejano para los barranquilleros. Sin embargo Bolívar deja  a su paso el pretexto para una placa: “Aquí durmió el Libertador”, que  fue víctima inocente de las inquietudes progresistas de nuestros gobernadores. Pero nada más
¿Y entonces como explicar su fundación? Porque ni eso tenemos, ni una leyenda de sonora fundación que nos distinga de las existencias casuales. Se dice que fueron los soledeños y galaperos quienes fundaron a la ciudad. Pero esto es muy prosaico. De esta suerte se fundan las ciudades sajonas, no las hispánicas. España no funda una ciudad sin el aparato del fundador endomingado con estandarte y latigazos y curas. Así que hay que buscarle  leyenda a Barranquilla. Y debió ser mitológica: Yo veo marchar trabajosamente una torada sedienta que busca en vano una hoja verde entre los yerbazales resecos.
Centro de Archivo y documentación de la obra de Alvaro Cepeda Samudio en el barrio El Prado

Los hombres que la siguen no cuentan. Los agonizantes ternerillos repantigados en el yermo mientras los más fuertes cabecean las menguadas ubres con insistencia desesperante. Veo la angustia y el desasosiego de la manada que busca un lugar donde saciar se sed. Los ojos siempre tristes de las vacas están fijos en las órbitas llenas de polvo.
Unas horas más de marcha, quizás días. Y mientras la manada se recobra por la vista de agua y chapalea el barro que enmarca el río y moja sus belfos sedientos en la corriente rubia, un toro soberbio de luciente pelo negro y afiladas astas lanza un bramido retumbante y hundiendo su pezuña hendida en el barro fresco toma solemne posesión de las barrancas en nombre de su rey. Es de tal suerte, resignada y mansa, la condición de los barranquilleros, a semejanza de sus fundadores los vacunos
La historia es lo más fácil de hacer: sin prejuicios y con un poco de imaginación hasta los himnos se justifican.
Artículo publicado en “El Nacional” el 23 de noviembre de 1948 y que tomamos del libro. “En el margen de la ruta” de 1985, y para esta edición en el Diario “El heraldo” el 11 de abril de 2004
    Grupo Barranquilla 

Breve Biografía de Álvaro Cepeda Samudio

 Escritor y periodista costeño (Ciénaga, Magdalena, marzo 30 de 1926 - Nueva York, octubre 12 de 1972). Cuentista y novelista, Álvaro Cepeda Samudio hizo los estudios secundarios en el Colegio Americano de Barranquilla, y en 1949 viajó a Estados Unidos a estudiar periodismo en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En 1951 regresó a Barranquilla, y trabajó como corresponsal de The Sporting News. En 1955 se casó con Teresita Manotas. Como periodista y gran apasionado de los deportes, cubrió eventos deportivos para el periódico El Nacional; en 1951 tuvo una columna en la página editorial de El Heraldo, titulada "La brújula de la cultura"; y fue director del Diario del Caribe. Participó, como guionista y actor, en el cortometraje La langosta azul, al igual que en otras películas cortas y en un noticiero de cine, y organizó el Cine Club de Barranquilla.  Cepeda Samudio perteneció al Grupo de Barranquilla, tertulia de intelectuales de la que formaban parte Gabriel García Márquez, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas, Ramón Vinyes y José Félix Fuenmayor, entre otros; publicó varios cuentos en la revista del grupo, llamada Crónica. "La casa grande", su obra narrativa más importante, fue el último libro publicado por Ediciones Mito.


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domingo, 8 de septiembre de 2013

CLAVER Y LOS DERECHOS HUMANOS

Un legado magistral de Amor y comprensión

El 9 de septiembre celebramos en Colombia el Día Nacional de Derechos Humanos. Esta fecha no se escogió al azar. En ella se celebra también la fiesta de San Pedro Claver, el jesuita que entre 1621 y 1654 se consagró en Cartagena al cuidado pastoral de los esclavos negros.

¿Qué relación tiene –preguntará algún espíritu frívolo- un santo confesor del siglo XVII con la defensa de los derechos humanos? ¿Qué vínculo hay entre el manteo de Pedro Claver y los tratados internacionales donde se plasma el reconocimiento de esos derechos? ¿No hallaremos entre los personajes de la historia colombiana otros con mayores méritos en la causa del hombre?

Durante los siglos XVI Y XVII la esclavitud fue justificada por teólogos y juristas con un argumento falaz: el de la desigualdad natural entre los hombres. Autores como Arias de Valdera, López de Segovia y Ginés de Sepúlveda consideraban justa, en virtud de una ley de la naturaleza, la dominación de “los prudentes, probos y humanos sobre aquellos que no lo eran. Así en nombre de la superioridad moral de los españoles y del “estado de Barbarie” de los africanos, quince millones de personas fueron cazadas como fieras y vendidas como bestias de carga en los grandes puertos negreros del Nuevo Mundo. De esta muchedumbre de victimas hubo por lo menos un millón que llegaron a Cartagena de Indias.

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Torre del Reloj

En desacuerdo con muchos de sus contemporáneos, Pedro Claver se negó a admitir que dentro de la humanidad existía una división natural jerarquizada entre amos y esclavos, victoriosos y perdedores, dueños de un destino manifiesto y predestinado desde la eternidad a la opresión. Con su voto heroico de “aethiopum semper servus” –esclavo de los africanos para siempre- , el adusto jesuita hizo una opción radical: consagrarse por entero al servicio de los que habían visto rotundamente negada su condición de verdaderos seres humanos.

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Monumento a San Pedro Claver

En sus largos años de Ministerio Pedro Claver testimonio hasta el agotamiento que en cada uno de los esclavos veía a un hermano y no un extraño, un igual y no un inferior, un hombre y no un semoviente, una persona y no un ser privada de subjetividad jurídica. Tres siglos antes de que la ONU lo proclamara, el apóstol de Cartagena cumplió a plenitud el primero de los deberes humanos: el de “comportarse fraternalmente” con los demás.

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Iglesia San Pedro Claver, en Cartagena

El preámbulo de la Declaración Universal de 1948 reconoce que la violación de los derechos humanos se funda en el desconocimiento de la dignidad inherente a toda persona y en el menosprecio por sus bienes jurídicos iguales e inalienables. Los asesinatos, las torturas y demás actos de auténtica barbarie que hoy ultrajan la conciencia del orbe, son el resultado de una previa deshumanización de las víctimas. Negar la condición humana del que será ejecutado extrajudicialmente o del que va a ser sometido a suplicios o malos tratos, es la misma táctica que emplearon los negreros del tiempo de Claver, o los nazis de hace 50 años. Siempre es más cómodo explotar o matar a quienes ya no se reputan personas.

San Pedro Claver supo descubrir, en la Cartagena del mil seiscientos, que todo hombre es persona. En el desembarcadero, en el almacén y en el hospital apareció ante los degradados por el tráfico infame como “compañero de todos”. La lección magistral de su vida debe iluminar nuestro mundo de hoy, donde millones de hombres, mujeres y niños siguen siendo tratados como si no pertenecieran al género humano

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Fuerte de San Felipe de Barajas

Tomado de nova et vetera. Boletín del Instituto de Derechos Humanos Guillermo Cano, ESAP, No. 8 septiembre-octubre de 1991

lunes, 17 de junio de 2013

“Pertinencia y Capacidades desde el desarrollo” Ponente: Dr. Marcos Raúl Mejía

“Una persona es feliz, cuando se encuentra en camino de ejecución afortunada de un proyecto racional de vida, trazado en condiciones favorables, y confía razonablemente en que sus propósitos pueden realizarse” Rawls

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En el marco de las Semanas de desarrollo Institucional, auspiciada por la Secretaria de Educación Distrital presentamos algunas Reflexiones para Construir una Escuela pertinente en Barranquilla.

Luego de escuchar y compartir algunos aspectos de la disertación “Pertinencia y Capacidades desde el desarrollo” del Maestro Marcos Raúl Mejía, frente a la pregunta: Enuncie cinco características de la idea de desarrollo en la escuela donde trabajas?

Me permito responder a esta pregunta de una forma dialéctica en que se combinan un diagnostico de nuestra realidad y las expectativas que ella misma debe generar:

  • Todo gira en torno a resultados de una forma instrumental, mecanicista frente a la posibilidad de dar paso a la racionalidad creativa humana en que se exploren interés, emociones y expectativas de los estudiantes y la comunidad
  • La marginalidad en los procesos de formación, se construye como una corcha de retazos en cada disciplina del conocimiento; darle paso a la interdisciplinariedad para asumir el conocimiento como una totalidad, producto del trabajo creativo en equipo
  • Asistimos a un aislacionismo, todos como islas con muy buenas intenciones y esfuerzos, sin saber a dónde se va llegar; frente a esto aparece la solidaridad, expresión propia de la ternura para el trabajo colectivo, con metas institucionales claras y concertadas. Hacer una aproximación humana, en que se da sentido y significado a la existencia humana.
  • Una identidad cultural difusa o confundida perturbada por la globalización consumista, frente a esta se suscita la necesidad de una revaloración de nuestra diversidad cultural, promoviendo un sentido y significado de lo propio.
  • Los medios de comunicación de masas y su información son como nunca antes en la historia de la humanidad la fuente primaria de manipulación de la conciencia, ejemplos notables los Reality TV, con una influencia nefasta en los jóvenes, privilegiando el facilismo y / o la suerte, frente al culto al trabajo, autodisciplina, la capacidad y las oportunidades

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Presento a consideración una observación reciente producto de la evaluación a mis estudiantes de 7° Y 8° en el Área de Ciencias Sociales en la Institución Educativa Distrital Comunitaria los Laureles, estrato uno y dos en el suroriente de Barranquilla.

Textos y pretextos: El pescador

Un banquero de inversión gringo estaba en el muelle de un pueblito caribeño cuando llegó un bote con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño. El gringo elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó ¿cuánto tiempo le había tomado pescarlos? El pescador respondió que sólo un de poco tiempo. El americano luego le preguntó ¿porqué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado? El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia. El gringo luego preguntó ¿pero qué hace usted con el resto de su tiempo? El pescador dijo, "duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora María, caigo todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos. Tengo una vida "placentera y ocupada". El americano replicó, "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes y eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías, hacer directamente a un procesador y eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución.
Deberías salir de este pequeño pueblo e irte a La Capital, donde manejarías tu empresa en expansión". El pescador preguntó, ¿Pero, cuánto tiempo tarda todo eso? A lo cual respondió el americano, "entre 15 y 20 años”. Y luego qué? El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte.
"Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones. "Millones... y ¿luego qué?" Dijo el americano: "Luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, caer todas las noches al pueblo donde tomas vino y tocas guitarra con tus amigos".
El pescador respondió: "¿Acaso eso no es lo que tengo ya?"

Del texto anterior responde:

a. ¿Cuál de los dos estilos de vida te parece más coherente y acorde con tus expectativas de vida y éxito personal?

b. ¿Qué aprendizajes extraes del texto para lograr tu felicidad?

La información sistematizada se presenta así en cuanto a la elección del estilo de vida:

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Considero este  trabajo como una observación pertinente al momento de definir el proyecto de escuela que se pretenda construir en el entorno inmediato de los estudiantes, ya que tener en cuenta los intereses, emociones y expectativas aportaría elementos conceptuales solidos a la hora de un proyecto de desarrollo humano, abrir un debate polisémico en que todos los involucrados en los procesos de formación deben hacer un aporte significativo  en la construcción del modelo de educación y de ciudad de nuestro imaginario anhelado y soñado. 

 

Documentos de Apoyo Sugeridos:

http://www.reproduccionsocial.edusanluis.com.ar/2010_10_01_archive.html

http://www.youtube.com/watch?v=naXjjWQ4g_4

sábado, 8 de junio de 2013

Día del Estudiante Caído: Retos y Desafíos

Cada 8 y 9 de junio se conmemora en Colombia el Día del Estudiante Caído. Una conmemoración que siempre se enmarca en protestas estudiantiles, asambleas en las universidades y actos culturales en honor a los jóvenes muertos que ha dejado una lucha que jamás dejará de ser justa y necesaria en una sociedad que moviliza recursos para la guerra y recorta el presupuesto para la educación.
Como egresado de una universidad pública, manifiesto mi rechazo contra la violencia de las armas y exalto el derecho de pensar, ser y sentir diferente. El siguiente recorrido histórico de los hechos se publica para visibilizar los jóvenes de la nación que han resultado muertos por perseguir ideales de justicia y equidad en uno de los países más desiguales del mundo.
A manera de historia. El 13 de marzo de 1.909, los estudiantes se movilizaron contra el presidente Rafael Reyes; la respuesta de su gobierno fue la declaración del Estado de Sitio y el encarcelamiento de los dirigentes estudiantiles.
En la década de los años 20, el estudiantado colombiano se vio claramente atravesado y dinamizado por los postulados del “Manifiesto de Córdoba”, que cobro vida el 12 de junio de 1.918.
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Monumento a los Estudiantes, en la Avenida del mismo nombre (Carrera 38, calle 69) en Barranquilla

Para el año 1.929, más exactamente el 7 de junio, los estudiantes marcharon por las calles en repudio a la “masacre de las bananeras” y al nombramiento del General Cortés Vargas, como jefe de policía de la ciudad de Bogotá, quien fue el responsable de dicha masacre
Al arribar la marcha cerca del Palacio Presidencial, la multitud fue reprimida con el funesto resultado de la muerte del estudiante de Derecho de la Universidad Nacional, Gonzalo Bravo Pérez cuando se dirigía al Café Capitolio una bala de la guardia presidencial lo alcanzó por la espalda.
Una gran manifestación acompañó a su última morada los restos del estudiante, y la magnitud de las protestas lograron la destitución y procesamiento del teniente Cortés Vargas, de los Ministros y militares involucrados.
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Placas en Memoria del  Día Estudiante Caído en Barranquilla
Desde entonces, el 8 de junio se convirtió en una fecha conmemorativa de uno de los mártires del movimiento estudiantil colombiano y en el año de 1.954, en el marco de su Vigésimo Quinto aniversario, los estudiantes de la Universidad Nacional realizaron una marcha pacífica desde la ciudadela universitaria hasta el palacio presidencial. Durante el recorrido, se presentaron choques con la policía, pero finalmente la marcha pudo continuar hasta el centro de la ciudad
Cuando los manifestantes volvían a la sede universitaria, inesperadamente, apareció la fuerza pública y un barrido de fusil apagó la vida del estudiante Uriel Gutiérrez.
Al día siguiente, 9 de junio, los estudiantes salieron a protestar por el fatídico hecho del día anterior, cuando estos avanzaban por la carrera séptima, en recorrido al palacio presidencial, surgió la orden de disolverse; en ese instante, los estudiantes se sentaron pacíficamente en los andenes y algunos pronunciaron consignas y discursos. De un momento a otro, se escucharon las descargas de las carabinas punto 30 traídas de la guerra de Corea, siendo disparadas por el ejército contra los estudiantes, 11 de ellos murieron y cerca de cincuenta quedaron heridos. Entre los fallecidos se encontraban: ÁLVARO GUTIÉRREZ, ELMO GÓMEZ, HERNANDO MORALES, RAFAEL CHÁVEZ, JAIME MOURE, HERNANDO OSPINA, HUGO LEÓN y JAIME PACHECO.
Para el 10 de mayo de 1.957, el movimiento estudiantil fue una de las principales fuerzas del movimiento cívico que propició la caída del General Rojas Pinilla, por lo cual fueron elogiados como “héroes de la democracia”.
En el Gobierno de Julio Cesar Turbay, por el año 1.978, es creado el estatuto de seguridad, que permite a la fuerza pública encarcelar a quien porte libros sobre socialismo o de ideas progresistas; en esta época, muchos estudiantes fueron perseguidos y algunos desaparecidos[1].
El Caso en la Región Caribe
A principios de este tercer milenio la situación respecto del estudiantado no ha cambiado y se sigue sacrificando la flor de la juventud pese a los avances en la superación del conflicto armado interno que vive nuestro país con los Acuerdos de la Habana entre el Gobierno y las FARC-EP. Quince estudiantes de la Universidad del Atlántico han sido asesinados desde 1993, crímenes que la comunidad académica atribuye a los grupos paramilitares. Denuncias sobre la corrupción interna en la alma máter serían la principal causa de esta seguidilla de crímenes. La cifra por sí sola es alarmante, pero cuando se suman a la lista los 18 profesores asesinados en el mismo período queda en evidencia que detrás hay una cadena de homicidios  selectivos. Las denuncias han sido hechas por el Departamento de Derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), seccional Atlántico. “Los tildan de subversivos, de colaboradores de la guerrilla. Son estudiantes que han estado en la lucha por una mejor educación, por menores costos de matrícula y por mayores presupuestos para las universidades”, manifiesta Jesús Tovar, vicepresidente de la CUT Atlántico. La Región Caribe, La segunda más amenazada, según Diego Martínez, integrante de la Secretaría de Derechos Humanos de Aceu, asegura que los estudiantes de la región Caribe colombiana son los que más atropellos, abusos y violaciones de derechos  denuncian después de los universitarios del Suroccidente. Las universidades de La Guajira, Córdoba, Sucre, Magdalena y Atlántico lideran el grupo, mientras que las del Valle, Nariño, Cauca y Nacional, sede Palmira, las del interior del país.
Respeto de los docentes, se reseña de manera especial el caso del profesor Alfredo Correa De Andreis, investigador adscrito al Instituto de Investigación de la Universidad Simón Bolívar y ex rector de la Universidad del Magdalena. En 2004, cuando lo mataron, se encontraba realizando una investigación sobre la ‘Personalidad jurídica y patrimonios de los desplazados en el Distrito de Barranquilla: casos Loma Roja, Cangrejera y Pinar del Río’. Un mes antes le habían dictado una orden de captura por los cargos de rebelión, y durante 24 horas estuvo privado de su libertad. Cuatro estudiantes y un profesor que trabajaban con el investigador asesinado fueron amenazados de muerte y debieron cambiar de ciudad. Directivos de las universidades del Norte y Simón Bolívar manifestaron su total rechazo a este tipo de mordazas porque sólo perpetúan las condiciones críticas por las que atraviesa el país.
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Universidad del Atlántico, su fundador  Julio Enrique Blanco  la visiona  líder en el desarrollo regional.
Rafaela Vos Obeso, vicerrectora de Investigación de la Universidad del Atlántico, asegura que la manera de resistir a todo tipo de negación de los derechos humanos en un país que se considera democrático es defendiéndolos. “La protesta es legal siempre y cuando no se genere violencia. Desde la Vicerrectoría de Investigación vinculo a los estudiantes para que formulen proyectos a través de los cuales puedan también sentar su posición sobre lo que está pasando a su alrededor”. Para Diego Martínez, “el problema es que en Colombia se viene equiparando al movimiento estudiantil con acciones terroristas. En los últimos tres años el Gobierno ha venido impulsando la idea de que al interior de las universidades hay infiltrados de diferentes grupos. Son epítetos que impiden reconocer en el contrario una posibilidad de interlocución”[2].
En la actualidad los convocados en la MANE (Movimiento Amplio  Nacional Estudiantil) debe ser un movimiento estudiantil de Resistencia Pacifica por la no violencia y en que el rigor por el estudio, el transitar en los hombros de los Grandes de la humanidad y su legado nos de la fuerza del hacer, ya que la “mejor forma de decir es hacer”. Que la lucha por las reivindicaciones esté enmarcada de solidaridad y la solides de las ideas y propuestas para poder transitar a una sociedad para la paz y armonía social, he aquí el reto y el desafío de nuestro tiempo.
Esperamos que los diálogos de paz que se desarrollan en la Habana, con los avances que se pretenden en materia de reformas como en caso agrario, también se trasladen a garantizar un acceso a la educación y la cultura para todos. La Exigencia de la Sociedad Civil de una paz duradera, pero, que no sea la “paz de los sepulcros”, o una “pax romana” (armada y de sometimiento) y que el aprendizaje duro y cruel del exterminio sistemático de la Unión Patriótica no se vuelva a repetir. En este proceso aprendamos de un “perdón y olvido” que brote del corazón de los hombres y se manifieste en acciones de solidaridad para todos los involucrados en el conflicto, que el olvido no sacrifique la reconstrucción del tejido de la memoria histórica, que nos permita ver el pasado como experiencia viva, enriquecedora y que las diferencias propias de nuestra naturaleza racional, se han dirimidas en un dialogo y una acción comunicativa digna del respeto de los derechos humanos y el pluralismo político. Debemos apuntar a una paz verdadera que consolide una democracia social, económica y política, en la que todos los estamentos del país se sientan representados y participes con opciones efectivas de progreso en la que prime la capacidad, la preparación y las oportunidades que haga posible vincular a los estudiantes, docentes y a las Universidades a procesos de transformación y justicia social que es la esencia inspiradora de su devenir histórico.
La historia del movimiento estudiantil Colombiano está llena de luchas y mártires que han ido surgiendo a lo largo del camino; somos soñadores y creemos que un mundo mejor es posible por ello, es muy importante recordarlos y se mantengan vivas esas ideas a través de nuestros actos.

[[1] http://www.eluniversal.com.co/blogs/el-espejo-negro/dia-del-estudiante-caido
[2] Tomado de la edición del martes 19 de junio de 2007 de El Heraldo
http://aceubq.blogspot.com/2007/06/15-estudiantes-y-18-profesores-cayeron.html

martes, 21 de mayo de 2013

EL POLLO BARRANQUILLERO GRABA CON EL ‘REY DEL MERECUMBÉ’ Por: Fausto Pérez Villarreal*

Este 18 de mayo   se cumplen 61 años  en que Nelson Pinedo   grabó sus primeros éxitos con la Sonora Matancera, por tal motivo presentamos en Facequilla Barranquilla Bicentenaria un  articulo relacionado de fausto Pérez Villareal.
‘El Pollo Barranquillero’, en su época de esplendor en La Habana, meses antes de grabar con la orquesta de Pacho Galán. La historia comenzó a redactarse en las postrimerías de la década de los 40. Además de ser uno de los trompetistas de mayor renombre de nuestro país, Pacho Galán sobresalía por sus excepcionales cualidades como arreglista y director orquestal.

No en vano había sido escogido para reemplazar al maestro Guido Perla, en la dirección de la celebrada orquesta Atlántico Jazz Band. Precisamente, al frente de esa prodigiosa agrupación, el soledeño tuvo la oportunidad de conocer y vincular como cantante a un joven rebolero de fina estampa, piel clara, cabello negro y levísimo bigote, que soñaba despierto con llegar a una estancia cercana donde reposan los astros del firmamento.
La fama, la gloria y el reconocimiento universal constituían sus máximas ambiciones en la vida. Nos referimos, por supuesto, a Napoleón Pinedo Fedullo, Nelson Pinedo, quien, con el devenir de los años, habría de transformarse en la figura emblemática del canto tropical de Colombia.
Muchos años antes de inscribir su nombre en la selecta lista de intérpretes que desfilaron por la legendaria Sonora Matancera, y de hacer carrera en el afamado centro nocturno La Casbah, de Bogotá, con la orquesta de Antonio María Peñaloza, Nelson se fogueó con Pacho Galán. Juntos animaron las populares ‘Empanadas Bailables’ del hotel El Prado.

“Mi postgrado musical lo hice con Peñaloza en Bogotá, pero mi carrera universitaria la adelanté con Pacho, en Barranquilla. Pacho era un sabio en la materia”, me confesó Pinedo hace cuatro semanas en Caracas, durante una entrevista que me concedió para el libro sobre su vida que en la actualidad prepara la editorial La Iguana Ciega.
Con la Atlántico Jazz Band, entonces conducida por Pacho Galán, Nelson tenía un repertorio que incluía temas en inglés. Además del Hotel El Prado, actuaban en Pradomar y en los estudios de Emisora Atlántico. “El inglés lo dominaba gracias a un curso intensivo que adelanté por correspondencia. En esa época cantaba temas del trombonista Glenn Miller, de Frank Sinatra, Perry Como, Benny Goodman y Bing Crosby. Uno de mis temas predilectos era ‘Beguín the Beguín’. A la gente le fascinaba mi dicción”, me dijo Pinedo.
El pentagrama de Nelson también incluía porros, mapalés, cumbias, boleros y muchos otros géneros. Los otros cantantes de la Atlántico Jazz Band eran el guarachero Gilberto Castilla ‘Castillita’ y el bolerista Jaime García.
El tiempo transcurrió. Nelson Pinedo grabó su primera canción en los estudios de Ondas del Lago, de Maracaibo, con la agrupación de los hermanos Rodríguez Moreno; vivió casi dos años en Bogotá, tiempo en el que alternó con el maestro Antonio María Peñaloza en La Casbah, y con Don Américo y sus Caribes y Alex Tovar, en los estudios de la Emisora Nuevo Mundo. Luego emprende rumbo hacia La Habana, en busca de la consagración definitiva.

La Sonora Matancera le permitió a Pinedo descollar y brillar con luz propia junto a luminarias de renombre. Así mismo, Nelson se permitió el lujo, en 1956, de perpetuar su voz en los acetatos en cuatro plenas con el acompañamiento del Combo de Cortijo, con ‘El Sonero Mayor’, Ismael Rivera, en los coros. Ese mismo año, de acuerdo con Pacho Galán, el rey del merecumbé —libro escrito por Adlai Stevenson Samper —, arrancó, en pleno, la racha exitosa de Pacho Galán y su orquesta con las grabaciones realizadas para la empresa fonográfica Tropical de Barranquilla.

En febrero de 1958, dos años después de que Nelson grabara en San Juan Puerto Rico, para el sello Seeco, con Cortijo y su Combo los temas ‘Micaela’, ‘El pilón de Tomasa’(escuchar canción), ‘Zumbador’ y ‘Lola la coquetera’, se reencuentra con Pacho Galán luego de varios años sin verse.
Por esas coincidencias de la vida, el encuentro tuvo lugar en Caracas. Nelson, reconocido ya como ‘El Pollo Barranquillero’, había viajado desde La Habana con Celia Cruz y Carlos Argentino, acompañados por la Sonora, con el propósito de animar las fiestas carnestoléndicas. La Sonora y sus cantantes regresaron a Cuba, a excepción de Nelson, que se quedó descansando en Caracas. Días atrás, ‘El Pollo Barranquillero’, —aún no le decían ‘El Almirante del ritmo’—, había grabado el que sería su último número con la Matancera: el bolero ‘Eres el motivo’, de Rogelio Martínez. La capital de Venezuela no se había recuperado de la sacudida provocada por el movimiento cívico militar que el 23 de enero de ese 1958 había derrocado el gobierno del dictador tachirense Marcos Pérez Jiménez, entronizado en el poder desde 1952.
“No sigo más con la Sonora”, le dijo Nelson a Pacho. “A partir de ahora canto con quien sea y donde sea”. A su vez Pacho, a quien ya identificaban como ‘El Rey del Merecumbé’, le confesó: “El empresario que nos trajo acá nos estafó. Estamos sin plata y necesitamos reunir, por lo menos, el valor de los pasajes de regreso por tierra. Como medio de rebusque nos hemos inventado la grabación de un disco. Para ello he contado con la solidaridad de Víctor Pérez y Víctor Piñero. Ellos reforzarán a nuestros cantantes Tomasito Rodríguez, Orlando Contreras y Emilia Valencia”.

De izq. a der., Silvestre Méndez, Willie Rosario y Nelson Pinedo.
La foto esta dedicada a Willie Rosario y fue firmada por Silvestre Méndez;
pertenece a la colección de Jaime Jaramillo.

El trompetista Armando Galán Gravini, hijo del maestro Pacho, y testigo de aquella experiencia, relata: “El empresario que nos llevó a Caracas resultó ser un vivaracho. Después de nuestro toque en el Club Militar se fugó sin pagarnos. Como estábamos sin cinco, a mi padre se le ocurrió grabar un disco para reunir el dinero, a fin de llevarnos de regreso a Colombia. El disco ‘Sácame del lío’, grabado en el sello Discomoda, contó con el concurso de los cantantes venezolanos Víctor Pérez y Víctor Piñero. El primero había sido vocalista de la Billo´s Caracas Boys y de la Orquesta de Luis Alfonso Larraín. Colaboró con nosotros grabando ‘Atlántico’, tema instrumental de Víctor Vargas”. Víctor Piñero, que había grabado con la Sonora Matancera, cantó ‘El mochilón’, de Efraín Orozco, y ‘Mi barquito marinero’, de Juan Bautista Galán.

El tema de Víctor Pérez y los dos de Víctor Piñero aparecieron en el famoso long play del desvare, de Discomoda de Venezuela, titulado ‘A bailar merecumbé con Pacho Galán’. Otras piezas que figuraron en el trabajo discográfico fueron ‘Pajarillo caraqueño’, ‘Báilala así’, ‘Acércate a mí’, ‘Noches de Caracas’ y seis temas más.
En la grabación también participaron el arjonero Tomasito Rodríguez y los cartageneros Orlando Contreras y Emilia Valencia. Después de terminar el ‘elepé’ ‘Sácame del lío’, Nelson grabó con el maestro Pacho seis canciones: ‘Si volvieras’ (César Costa); ‘A mi tierra’ (Nelson Pinedo); ‘El hijo de Pedro Arrieta’ (DRA); ‘¡Ay! Muñeca’ (Orlando ‘Cartagena’ Contreras) y ‘Dame tu cariño’ y ‘Ven mi vidita’, de Pacho Galán.
“La imagen que conservo de aquel Nelson del 58 es la de un hombre bueno, divertido, con un chorro de voz dulce y guapachoso” —me dijo Armando Galán Gravini—. “No empleó mucho tiempo para montar sus temas. Tenía mucha cancha”. Las seis canciones cantadas por Pinedo figuraron en el long play ‘El chipichipi’, que se completó con seis temas que ‘El Pollo Barranquillero’ grabó con la Sonora Caracas.
“Fue una experiencia grata y vivificante”, señala Nelson sobre esa grabación, que hoy es exhibida como una joya invaluable por los pocos coleccionistas de música que la poseen

*http://www.musicalafrolatino.com/pagina_nueva_22.htm