Inicio estas breves notas reconociendo que no soy un experto
en el conocimiento de la salsa, el guaguancó o el son montuno, solo soy un
amante de estos géneros y manifestaciones musicales que mantienen la unidad y
la identidad en la diversidad cultural del
ser latinoamericano. Por eso permítanme hacer mis apreciaciones del magno concierto
de Rubén Blades en el festival de orquestas 2015
Evidentemente un concierto pedagógico, autobiográfico y un
profundo llamado a la conciencia latinoamericana para creer que se puede,
¡¡¡Claro que se puede!!! Luchar por hacer un mundo mejor o como lo dijera en
esta noche estelar Rubén Blades: “Debo dejar este mundo, mejor de cómo lo encontré”
Con una entrada sinfónica las primeras canciones: Plástico y
Decisiones, un llamado sobre todo a la juventud que deja entrever que el reconocimiento
de la verdad de nuestra realidad, esta en el primer orden para el cambio social,
ciertamente vivimos un mundo de fascinación y de mentira que no nos permite ver
nuestras potencialidades, por seguir viéndonos representados en esquemas ajenos
a nuestra realidad. Requerimos una segunda oportunidad en el concierto de las
naciones, en que la urdimbre del tejido de nuestra democracia nos permita
convivir en las más diversas tendencias políticas, sin violentarnos y con la
prevalencia del estado social de derecho.
Rubén hizo referencia a una anécdota sobre un libro que le obsequiara
autografiado Gabriel García Márquez en el año de 1980, quien se lo envió con un
amigo, pero este no lo pudo localizar en Nueva York. Hoy la noticia más grata para El, en Barranquilla
fue recibir el libro, afirmando que gabo aún nos está regalando lo más preciado
de su obra. Seguidamente como un
homenaje a nuestro nobel interpreta la canción: “Ojos de perro azul”
Una canción providencial
y profunda: El Padre Antonio y El Monaguillo, dedicada al padre Arnulfo Romero,
asesinado frente a su feligresía en El salvador, asolado por una cruel guerra
civil en los años `80s. Y se me viene a la memoria este acontecimiento que
escuche por la radio en un avance
informativo en el billar de mi viejo, en un perdido y olvidado pueblo de las
sabanas de Sucre. Evocando estos
acontecimientos Rubén Blades interpreta: “Prohibido Olvidar” para no seguir
cometiendo los mismos errores del pasado en esta tragicomedia que llamamos
historia
Entre las canciones favoritas del público barranquillero
interpreto: Amor y control, con un coro infinito éntre los asistentes
Y así, entre canciones y relatos, sin caer en una apología
insulsa, hizo a alusión a la vida de entrañables
amigos como Héctor Lavoe con la canción “el cantante” y José Feliciano: “Yo
puedo vivir del amor”. En fin, me quito
el sombrero ante este Personaje de la Música latinoamericana, fue un mensaje
directo a la conciencia latinoamericana para fortalecer nuestros lazos de
amistad y crecer dejando de lado prejuicios culturales, étnicos, socioeconómicos,
políticos. Una invitación a creer que se puede, pero, Prohibido olvidar.Ruben Blades, El cantante y Cristina Felfle Fernández De Castro la Soberana de nuestros carnavales 2015